Tal día como hoy de 1904, en su residencia de París, moría tras más de 25 años de exilio Isabel II. Hija de Fernando VII y María Cristina de Borbón, accedió al trono poco antes de cumplir tres años. La negativa de su tío Carlos a reconocerla como heredera desencadenó la Primera Guerra Carlista, de la que salió airosa gracias al apoyo de los liberales. Durante su minoría de edad ejercieron la regencia su madre y el general Espartero. Durante todo su reinado favoreció principalmente a los liberales moderados (salvo durante el bienio progresista de 1854-1856). El carácter oligárquico del sistema político, la corrupción y los escándalos de la corte (causados por su licenciosa vida privada) acabaron alimentando a los movimientos de oposición. La revolución de 1868 la llevó al exilio, donde renunció a sus derechos a la corona en 1870 a favor de su hijo, que regresó como Alfonso XII en 1875.
