El 7 de septiembre de 1533 nació Isabel I de Inglaterra.
Hija de Enrique VIII y Ana Bolena, fue declarada ilegitima tras lo sucedido con su madre, segunda esposa de Enrique VIII, que fue ejecutada cuando Isabel tenía dos años y medio. Tras lo ocurrido fue declarada ilegitima. Conocida como la Reina Virgen, Isabel fue reina de Inglaterra e Irlanda desde 1558 hasta su muerte en 1603 y fue la última de la dinastía Tudor. Este periodo se le conoce como la Edad Isabelina, cuando Inglaterra se afirmó poderosamente como una de las principales potencias europeas en la política, el comercio y las artes.
Durante el reinado de María I, su hermana, Isabel fue permaneció en prisión durante casi un año por sospecharse que apoyaba a los protestantes. Tras la muerte de María en 1558, Isabel le sucedió en el trono.
Poco después de llegar al trono estableció la Iglesia Protestante, de la que se convirtió en gobernadora suprema. En el gobierno, Isabel fue más moderada que su padre y sus hermanos.
Durante su reinado estableció el protestantismo, derrotó a la Armada Española, mantuvo la paz dentro del país y creó un ambiente donde se cultivaron las artes.
Isabel murió el 24 de marzo de 1603 en el Palacio de Richmond en Surrey. Se cree que el preparado cosmético que Isabel usó para tratar su apariencia pálida, llamado “espíritus de Saturno”, elaborado mezclando plomo blanco y vinagre, pudo haber afectado su salud hasta la muerte.
