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Se alza el telón para Madama Butterfly

Durante un viaje a Londres en el año 1900, Puccini asistió al teatro a ver una obra de David Belasco sobre el amor desgraciado de una joven japonesa y un marinero estadounidense. Aunque todavía no sabía inglés, la intensidad sentimental de la historia le fascinó de inmediato. Poco después gestionó la adquisición de los derechos y se puso a trabajar en su transformación en una ópera junto a sus libretistas de cabecera. El 17 de febrero de 1904 fue el estreno en la Scala de Milán. Fue un completo fiasco. El compositor, decepcionado, revisó la forma y el fondo de su adaptación, que pasó de dos a tres actos. Los cambios surtieron efecto y tras ser reestrenada la obra alcanzó gran éxito, que ha perdurado hasta nuestros días por su ambiente exótico, la sinceridad de su mensaje y la belleza colorista de su música.